Sólo horas después de que la Corte Suprema de El Salvador negara un aborto para salvarle la vida a una mujer con serias complicaciones en su embarazo, la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha ordenado a las autoridades de El Salvador que le permitan a su equipo médico tomar las medidas médicas necesarias para proteger su vida, su integridad personal y su salud.
“Beatriz,” una mujer salvadoreña de 22 años con 5 meses de embarazo que sufre complicaciones relacionadas con el lupus y la enfermedad renal de que padece, está embarazada con un feto inviable por ser anencefálico (sin cerebro). Beatriz solicitó autorización para que el personal médico pudiera realizarle un aborto sin temor a ser procesado penalmente, dado que el embarazo está poniendo en riesgo su salud y su vida.
Con la decisión obligatoria de la más alta Corte de derechos humanos de la región los médicos de Beatriz podrán prontamente tomar todas las medidas necesarias para darle el tratamiento médico que necesita.
La criminalización del aborto en El Salvador es una de las más extremas en el mundo – prohíbe el procedimiento aun cuando sea necesario para salvar la vida de la mujer embarazada e impone sanciones penales severas a las mujeres y a los médicos. Bajo la ley salvadoreña, cualquier persona que realiza un aborto con el consentimiento de la mujer o una mujer que se auto-induce o que consiente a otra persona a inducir el aborto, podría ser encarcelada hasta ocho años. En realidad la mayoría de las mujeres acaban siendo perseguidas y condenadas por homicidio agravado, que se castiga con hasta 30 años de prisión.